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Jesús ungido en Betania

(A)Estando Él en Betania(B), sentado[a] a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro(C); y rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Pero algunos estaban indignados y se decían unos a otros: «¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque este perfume podía haberse vendido por más de 300 denarios[b], y el dinero dado a los pobres». Y la reprendían.

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Footnotes

  1. Marcos 14:3 Lit. reclinado.
  2. Marcos 14:5 I.e. salario de 300 días.